En el panteón policial en el cementerio de Mercedes se realizó ayer el acto conmemorativo del Día del Policía Caído en Cumplimiento del Deber, reuniéndose en la oportunidad en el Comando y funcionarios de la Jefatura de Policía de Soriano, como así también autoridades nacionales y departamentales.
En la ocasión la oratoria estuvo a cargo del Jefe de División Territorial I, Comisario Mayor Richard Aragonés quien sobre esta fecha señaló que: “La ley 18.377 del 7 de octubre 2008 declaró la fecha del 20 de noviembre de cada año: ‘Día del Policía Caído en Cumplimiento del Deber’, no sólo porque nos mandata dicha Ley estamos hoy aquí, estamos mandatados por el deber moral y por la necesidad de recordar y homenajear a nuestros Camaradas caídos en acto directo del Servicio.
Recordemos, que un 20 de noviembre pero del año 1933, en el Paso Molino de Montevideo fueron asesinados cinco policías en enfrentamientos a raíz de un asalto frustrado. Pero lamentablemente, antes y después de aquel día, muchos servidores públicos han perdido la vida, en manos de criminales a quienes enfrentaron para resguardar la integridad física o los bienes de los ciudadanos que conforman nuestra sociedad. Algunos en enfrentamientos y otros vilmente asesinados.
La sociedad ha sufrido un importante deterioro de los valores, el respeto a la autoridad que representa nuestro uniforme, hoy día es vilipendiado por quienes ven en el Policía a un simple objetivo o enemigo.
A diario debemos afrontar situaciones límite que nos tocan vivir, ante una sociedad angustiada, una sociedad que muchas veces no cree en sus instituciones, que no confía en la institución policial, que ve con desprecio el uniforme y no reconoce en él a un servidor público.
Lamentablemente camaradas deshonestos, alimentan estos resentimientos; deshonran el uniforme e incumplen el juramento realizado al momento de su egreso a la vida policial, el de defender la Constitución y la ley, la vida y los intereses de la comunidad, exponen con sus conductas corruptas a sus camaradas, a su familia y a la institución toda.
Han caído muchos policías en actos de servicio; cada vez que ello ocurre queda una familia destruida, una madre, un padre, un hermano, un hijo, una esposa, un vecino; la institución pierde un camarada y la sociedad a un noble servidor, que seguramente tenía mucho para dar, no sólo en la Policía.
No existe acto más heroico que ofrendar la vida en aras de un propósito superior. El Policía caído revive diariamente en el recuerdo de sus compañeros, de su familia y de la comunidad; y esa memoria colectiva lo inmortaliza.
Toda reflexión que podamos hacer sobre los Policías caídos en acto de servicio son ejemplos claros que nos lleva a apreciar el trabajo todos los días, en forma honrada muchos policías realizan arriesgando su vida en defensa de los derechos de los ciudadanos”.
Sus palabras finalizaron con un agradecimiento a todos los policías, en especial dijo a quienes enfrentan en primera línea las distintas circunstancias.
La ceremonia culminó con la colocación de una ofrenda floral.